André Rieu; el violinista que transformó la música clásica en popular.

André Rieu es un fantasista de la música, su repertorio mezcla la música clásica con la música popular. El resultado ha sido realmente exitoso.

Sus presentaciones tienen emoción y alegría. Hay cantantes invitados, la gente puede bailar alegremente, puede brindar, incluso hay mesas en las primeras filas del escenario donde el público que a reservado puede disfrutar de un chapañazo, de un pequeño coctel.

Su orquesta se llama Johann Strauss.

Cuenta el músico; al principio, éramos sólo 12 músicos, luego 60 y a veces, en grandes escenarios, hemos llegado a ser 75.

Está casado con Marjorie Kochman. La conoció cuando ella era una chica de  Maastricht. Tienen dos hijos.

De niño le fascinó la música. Recuerda que su padre era director de orquesta y recuerdo aquel inmenso grupo de músicos que creaba un sonido maravilloso, todos los arcos moviéndose a la vez… lo encontraba realmente fantástico. Claro que todos eran muy  serios, no se podía reír ni toser, mientras que para mí la música era algo que irradiaba  mucha alegría alegria. Y ahí nació la idea de huir de todo ese ambiente solemne que rodea la música clásica y que asusta y disuade al público de asistir a los conciertos. Nuestra orquesta la forman músicos jóvenes y entusiastas que salen todas las noches al escenario a dar conciertos conmigo y se entregan en cuerpo y alma.

Y el público nota este entusiasmo. En los conciertos lo pasamos genial juntos, mi orquesta, yo mismo, y también el público: todos participamos, canturreamos, aplaudimos, saltamos… Todas las noches son una experiencia formidable y no puedo imaginarme nada más bonito para un músico.

Hace años el músico estuvo muy enfermo. Revela que fue muy aterrador. Cada vez que me levantaba sudaba y me mareaba. El síntoma común de la infección vestibular , también conocida como neuritis vestibular, es el vértigo.

Está casado desde hace 49 con  Marjorie  y viven en un castillo, construido en 1492, en su ciudad natal de Maastricht, Países Bajos.

Ya no hay quien no conozca a André Rieu. Desde los jóvenes, pasando por sus padres y sus abuelos. Cuando escuchan su nombre, todos se alegran.

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